Cada vez estoy más
convencido de que las campañas electorales las hacen los medios, por
encima de los programas, mítines, debates y entrevistas. Y, por
supuesto, por encima de los candidatos y candidatas que, humanos como
son, caen presos de sus propias declaraciones, lapsos y pasados. Para
empeorar las cosas, está la crisis de las ediciones impresas, con lo
que las opiniones que entran por los oídos y las imágenes ganan por
goleada. Han aparecido opciones, con nombres inventados y nacidas de
tertulias televisivas que van a pelear por un escaño, una dieta, un
hotel y un viaje periódicos con quienes han hecho de la política su
forma de vida, no siempre para mal.
No se trata de negar
ningún derecho, ni de apelar a ninguna clase de voto útil, sobre
todo porque no se sabe exactamente qué es eso de la utilidad en este
caso, sino de recapacitar sobre que esta campaña, basada en tres
eslóganes, ha calado de tal manera que el domingo, cuando se haga el
escrutinio, se volverá a incidir en ellos; bueno, y que todos han
ganado, que es discurso común en cualquier convocatoria.
Los titulares serán que
ha habido poca participación, que los candidatos no han hablado de
Europa, sino de la política nacional y de las frases desafortunadas
y que gana Alemania, como en los antiguos mundiales de fútbol.
Les confieso que yo, que
me levanto oyendo la radio y que leo prensa, normalmente a través de
este medio, sí he oído propuestas europeas y sí he diferenciado a
quienes pregonan por pregonar, con lucida oratoria y a quienes desean
que las cosas se hagan de la misma manera o de una manera distinta. Y
si no hubiera tenido decidido el voto, estos mensajes me hubieran
convencido, a lo peor de de votar en blanco.
La realidad de Europa
hace que el sentido común excluya las formaciones que desean usar
las reglas y las instituciones para después romperlas, a los
insumisos vocacionales y a los cantamañanas televisivos. Esto es una
cosa seria y, si no, parémonos a pensar que teníamos y qué tenemos
y qué podríamos tener, pero esto es ya meterme en camisas de once
varas y escribo esto en la jornada de reflexión.
(http://huelvaya.es/2014/05/24/ventana-del-aire-de-campañas-juan-andivia/)
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