No quiero que te vayas
dolor, última forma
de amar.

Salinas, P: La voz a ti debida, 1933


lunes, 7 de febrero de 2011

Autoridad

 
Un padre pedía en las cartas al director de un periódico que multasen a su hija adolescente porque se negaba a llevar el casco en la moto y amenazaba con ir contra los ediles de turno si le pasaba algo. Pero ya les está pasando algo a mucha gente, las compañías aseguradoras han puesto sus pólizas por las nubes o se niegan a hacerlas y se está deteriorando la imagen de una ciudad que se deja asaltar con demasiada frecuencia.
El aumento de efectivos policiales, sin más, no parece la solución. El hecho de que un padre no pueda obligar a sus hijos a una medida tan conveniente y que, además, manifieste su indefensión es un reflejo de que aquel respeto del que nos hablaban los mayores no se ha perdido ahora, sino mucho antes. Quizá habría que pensar que más que la delincuencia, ha aumentado la marginación y su enaltecimiento absurdo y, por eso, ser correcto o educado puede parecer un comportamiento inapropiado para una juventud ávida, como siempre, de señas de identidad.
El día que se acepte que la autoridad y esa palabra tan incómoda para algunos, pero necesaria, que es disciplina, sirven, cuando se usan convenientemente, para garantizar los derechos de todos y la libertad, habremos dado un gran paso hacia adelante. Y con lo que está cayendo, mejor que sea cuanto antes.


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